Julio
Mas (Cartagena, 1953) es Doctor en Biología por la Universidad Autónoma de
Madrid, el título de la Tesis Doctoral fue “El Mar Menor. Relaciones,
Diferencias y Afinidades entre la Laguna Costera y el Mar Mediterráneo
adyacente”.
Investigador
Titular del Instituto Español de Oceanografía (IEO), ha sido Director del
Centro Oceanográfico de Murcia durante más de una década y también desarrolló
sus labores profesionales en el Servicio de Pesca y Acuicultura del la
Comunidad Autónoma de la Región de Murcia.
Investigador
Principal en proyectos del Plan Nacional y en convocatorias europeas
relacionadas con la ecología marina. Es autor de numerosos artículos,
publicados tanto en revistas de ámbito científico como en otros medios de
divulgación y ha participado en más de 60 campañas oceanográficas en diversos
mares y océanos.
Experto
de la OCDE en Gestión Integrada de la Zona Costera (ICZM) y de la Comisión
Europea para asuntos relacionados con las tortugas marinas.
Asesor
del Ministerio de Medio Ambiente y de la Comisión Europea, en relación a la
conservación de la Biodiversidad Marina.
Miembro
del Grupo de Trabajo, Convenio de Bonn, sobre la conservación de las
poblaciones de foca monje (Monachus
monachus) en el Atlántico Oriental.
Ha
sido Vicepresidente de Greenpeace España y colaborado desde sus inicios con
ANSE (Asociación de Naturalistas del Sureste) y con otras entidades y Ong’s
conservacionistas.
El
Instituto Español de Oceanografía es un Organismo Público de Investigación, que
pertenece a la Administración del Estado. Esto quiere decir que asesora a las
diferentes Administraciones no sólo en aguas que son competencia de las
Comunidades Autónomas, sino en todas aquellas en las que existe un interés
nacional, ya bien sea por la pesca, por Convenios Internacionales como el de
Barcelona (Mediterráneo) o el de OSPAR (Atlántico), o por otros motivos más
coyunturales. Igualmente está implicado en campañas oceanográficas
prácticamente por todos los océanos del mundo, incluidos el Ártico y la
Antártida, o la campaña de circunnavegación del globo "Expedición Malaspina".
Concretamente
con respecto al Mar Menor, la relación de este Centro Oceanográfico en concreto
con él es muy profunda, ya que se ubicó aquí precisamente porque las
encañizadas representaban una ocasión idónea para iniciar los cultivos marinos
en peces y crustáceos, complementadas con otras líneas de investigación como la
contaminación o la pesca.
¿Cuáles son las principales contribuciones que
han hecho los investigadores de este organismo para mejorar las condiciones del
ecosistema de la laguna y su conocimiento?
Por
una parte lo comentado en la pregunta anterior, este Centro fue pionero en
España y en Europa en el desarrollo de la acuicultura marina mediterránea,
fundamentalmente de dorada, lubina, langostino y otras especies como diferentes
tipos de mújoles, magres, sepias, etc. También y dentro de este campo se
hicieron estudios sobre la población de ostra plana en la laguna, y sus posibles
técnicas de engorde, captación de semilla, entre otras experiencias.
En
lo que se refiere a la contaminación, este Centro tiene una larga tradición en
la investigación de diversos contaminantes, como por ejemplo los metales
pesados procedentes de la Sierra Minera de Cartagena-La Unión, contaminantes
orgánicos procedentes del Campo de Cartagena, el efecto de las pinturas/patentes
de los barcos (Tributilo de Estaño), los contenidos de hidrocarburos, así como
la contaminación orgánica y bacteriológica. En los últimos tiempos se ha
dedicado especial atención a los efectos de determinados impactos como los
aportes de la rambla del Albujón, la entrada de la contaminación por vectores
aéreos, y a diferentes contaminantes conocidos como "emergentes",
tales como los fármacos y las hormonas.
Desde
los años 50 del pasado siglo se han evaluado las poblaciones de especies
comerciales en el Mar Menor, de manera que los estudios sobre la pesca han
permitido disponer de series históricas, muy valiosas para comprender la evolución
y los cambios que sobre poblaciones y especies han tenido determinados
acontecimientos, como por ejemplo la apertura del canal de El Estacio. Por sus
particularidades algunas especies como el Fartet, Caballito de Mar y en la
actualidad la anguila, entre otros, han sido objeto de investigaciones
específicas. Igualmente se ha mantenido un control sobre la aparición de nuevas
especies en la laguna, incluidas algunas exóticas, o las procedentes del
mediterráneo, como pudieran ser las 2 especies de medusas, hoy predominantes,
frente a la presencia histórica de una única especie Aurelia aurita.
Aurelia aurita en el Mar Menor
La
diversidad de trabajos incluye, estudios de la dinámica oceanográfica entre el
Mar Menor y el Mediterráneo, fundamental para comprender la estructura físico-química
de la columna de agua y de las masas de la cubeta norte y sur, claramente
diferentes. Y paralelamente a lo comentado en la pesca, la evolución en el
tiempo de los diferentes cambios en los principales parámetros oceanográficos
como la temperatura, salinidad, contenidos en nutrientes, oxígeno disuelto,
entre otros, como un elemento comparativo, para en la medida de los posible
prever su futuro comportamiento.
Igualmente
habría que incluir estudios sobre fito y zooplancton, incluida la presencia de
apariciones masivas de agregados mucilaginosos, cartografía de las comunidades
bentónicas, precisamente y en tiempos recientes se ha realizado un trabajo
minucioso sobre las diferentes poblaciones de angiospermas marinas en el
entorno de las encañizadas. Así como otros campos del conocimiento sobre los
que nos extenderemos por no hacer demasiada larga esta entrevista.
¿Cuáles consideras que son los problemas
ambientales más importantes en el Mar Menor en este momento?
Desde
mi punto de vista, probablemente el problema ambiental más grave que tiene el
Mar Menor es la elevación del nivel del mar, debido a los efectos de cambio
climático. Una problemática de difícil solución, no sólo porque está
relacionado con un cambio global en todo el planeta, sino porque también plantea
soluciones complicadas en la defensa de la integridad de La Manga. La rotura de
esta lengua de arena, y la invasión de agua mediterránea, cambiaría
drásticamente todo el ecosistema lagunar tal y como hoy lo conocemos.
Foto La Manga
El
resto de amenazadas son más conocidas, o al menos han tenido una mayor
difusión, la contaminación por diferentes tipos de agentes, la entrada de
especies foráneas, la colmatación de sus fondos, el incremento de las
urbanizaciones y sus consecuencias en el litoral, los aportes de su cuenca de
drenaje, el incremento de la población no sólo estival sino permanente, la
proliferación o ampliación de puertos deportivos, el aumento de puntos de
fondeo de embarcaciones libres, son sólo algunas de las amenazas ambientales
que podríamos citar. No hay que olvidar que este es un sistema lagunar muy
peculiar, con un intercambio de masas de agua reducido con el Mediterráneo, y
que está sujeto a un gran estrés ambiental.
¿Crees que se está poniendo remedios
adecuados para remediarlos desde la Dirección General de Medio Ambiente?
En
mi opinión la problemática del Mar Menor no es un tema exclusivamente
ambiental, aunque este componente sea quizás el que tenga mayor importancia. La
gestión de la laguna implica a los ayuntamientos ribereños, a la propia
Autonomía, al Gobierno Central, incluso a la UE ya que tiene figuras legales de
ámbito europeo, y debe sus carencias al modelo de crecimiento social y económico preponderante desde los años 60,
y a la falta de autocrítica y de medidas concretas ante las evidencias de su
deterioro.
Sería
necesaria una toma de postura colectiva (es decir no sólo implicando a los
responsables de las diferentes administraciones, sino a la sociedad en su
conjunto) para poner en valor lo que significa el Mar Menor desde muy
diferentes perspectivas. El factor económico es sin duda muy importante, y la
aportación que el entorno de las actividades que se desarrollan a partir de la
existencia de la laguna, y de su explotación, es una de las grandes
aportaciones al PIB de esta Comunidad Autónoma. Sobre este punto habría que
reflexionar, sobre qué pasaría si las condiciones ambientales se deteriorasen
de tal modo, que algunas de esas actividades económicas no se pudiesen
desarrollar tal y como hoy las conocemos, las consecuencias económicas y
sociales, serían sin duda, dramáticas.
El
resto de medidas se basarían en la contraposición a las amenazas ya comentadas,
es decir, vertido cero de contaminantes a la laguna, absorción del exceso de nutrientes
procedentes de la campo de Cartagena por medio de sistemas naturales y más
ecológicos de los que hasta ahora se han planteado, revisión de los efectos de
los metales pesados sobre todo en la cubeta sur, control del agua de los
acuíferos, plan de ordenación de puertos deportivos y fondeo libre de
embarcaciones, estimando su capacidad de carga, revisión de la entrada de
nuevas especies, fundamentalmente las exóticas, etc.
Como
conclusión es preciso un modelo multidisciplinar, integral e integrado de toda
la gestión sobre el Mar Menor, y que contemple al ecosistema como tal, una
unidad, no un modelo que por una parte actúa sobre los vertidos, otro sobre el
medio natural, otro sobre la conservación de la línea de costa, etc., y sin
coordinación entre ellos.
Tu
tesis trata sobre la mediterraneización del Mar Menor, ¿qué rasgos son los más
parecidos actualmente entre los dos mares?
Bueno
en realidad más bien se trataba de analizar en que se parecían y en que se
diferenciaban el Mar y el Mediterráneo, y cómo se había producido esa evolución
en el tiempo.
Si
se estudia la evolución de los aspectos ambientales de la laguna desde mediados
del siglo pasado hasta la actualidad, sin duda la ampliación de la antigua
encañizada de El Estacio, para la construcción del puerto Tomás Maestre, ha
sido el factor que ha sido más influyente en los cambios que hemos podido
registrar.
Canal de El Estacio en La Manga del Mar Menor
El
modelo de circulación que nosotros postulamos se basa en un sistema de
intercambio en forma de dos capas entre el agua de la cubeta sur hacia la
norte. En otras palabras el gran intercambio
se produce por el Estacio, por donde entra agua mediterránea y sale agua
de las características del Mar Menor. Una vez dentro de la cubeta, el agua
mediterránea, por los efectos del clima se va evaporando y consecuentemente
aumentando su densidad y adquiriendo las características de las de la laguna. A
partir de aquí se produce un fenómeno complejo, derivado de las diferencias de
densidades, los agentes fuerza como el viento, y las diferencias de nivel entre
ambos mares, de forma que una parte de estas masas de agua, en forma de bicapa
emigra hacia la cubeta norte, donde las condiciones son mas similares a las de
la cubeta sur.
En
concreto todavía hay muchos rasgos diferenciales entre ambos, y aunque el
proceso de mediterraneización no ha concluido (y si no hay componentes
catastróficos es posible que se mantenga como elemento diferencial en el
tiempo), estos procesos además se han visto modificados últimamente por los
efectos del cambio global, aunque se comprueban fenómenos de convergencia
ecológica, se aprecia que siguen
manteniéndose ciertas diferencias.
¿A qué se debe que en determinadas zonas
del Mar Menor, me refiero sobre todo a la cubeta norte, las condiciones
actuales sean tan parecidas entre los dos mares?
No
creo que las condiciones de la cuenca norte sean tan iguales a las del
Mediterráneo, aunque sí claramente diferentes a las de la cubeta sur, dentro
del contexto lagunar. Más bien son, como decía en el párrafo anterior, procesos
de convergencia ecológica, entre ecosistemas que van diluyendo, las diferencias
ambientales, que anteriormente los segregaban.
Pero
sin duda y en la actualidad siguen siendo ecosistemas muy distintos, en el
ciclo de la temperatura y la salinidad a lo largo del año, en sus comunidades,
hábitats y especies, en su dinámica oceanográfica y otros aspectos. Al fin y al
cabo una es una laguna costera relativamente aislada de un mar abierto, y el
otro es precisamente eso un mar, que aunque conformado por los continentes y en
ese sentido también es un mar cerrado, no se puede comparar al Mar Menor.
Ese parecido entre los dos mares en esas
zonas, ¿es positivo o no para el ecosistema del Mar Menor?
El
Mar Menor es un ecosistema muy singular, y en mi opinión debería de seguir siéndolo,
por lo tanto y en la medida de lo posible deberíamos intentar que mantenga esos
rangos diferenciadores que son sus señas de identidad.
Lagunas
costeras hay muchas en el Mediterráneo, algunas de ellas parecidas al Mar
Menor, pero cada una de ellas es diferente a las demás, influenciadas por la
situación geográfica, el régimen climático, su relación con las aguas
mediterráneas o atlánticas y otra multitud de factores. Dentro de ellas hay
afinidades, por ejemplo las del sur de Francia son bastante similares, las de
los deltas del Ebro o del Nilo también, pero en realidad el Mar Menor está
relativamente alejado de otras lagunas y en una posición geográfica muy
particular, no de otras zonas húmedas como las salinas de Torrevieja y Santa
Pola o la laguna de La Mata, muy diferentes, de esto su singularidad.
También
hay que reconocer que determinados cambios, como el ya varias veces mencionado
ampliación del canal de El Estacio, han tenido repercusiones negativas, pero si
ese intercambio de aguas no se hubiese producido, en determinadas décadas de
finales del pasado siglo, cuando los vertidos estaban mucho menos controlados,
se iniciaba la agricultura intensiva a gran escala en el Campo de Cartagena, y
otros elementos del denominado "desarrollo" evolucionaban sin
control, la dilución de contaminantes de todo tipo, los contenidos de oxígeno
en la columna de agua y otros aspectos medioambientales podrían haber llevado a
este pequeño mar interior a un situación de colapso.
¿Qué especies han sido las más
perjudiciales o al contrario beneficiosasde las que han entrado desde el
mediterráneo?
Bien,
esta pregunta también se responde en parte con los argumentos de las
anteriores. Simplificando de algún modo, estos cambios han sido más
perjudiciales para aquellas especies o hábitats que por sus características,
eran capaces de sobrevivir en un condiciones más rigurosas en el sentido del
aislamiento, los ciclos anuales de temperatura y salinidad, las posibilidades
de reproducción y otros factores, que hacían que la dominancia fuese de pocas
especies, aunque con muchos individuos y los hábitats reducidos en número, pero
ocupando o dominando la mayor parte del medio pelágico y bentónico.
Por
ejemplo en los trabajos de Lozano Cabo en la década de los 50 del siglo pasado,
y anteriores, se describe una laguna con poca vegetación de fondo, y aunque en
sus claves de identificación aparecen también más de cincuenta especies de
peces, en realidad la biomasa en general estaba dominada por varias especies de
mújoles, dorada, lubina, magre y diversos espáridos, además de otras especies no comerciales.
En
la actualidad el número de especies descritas o identificadas en su interior se
ha incrementado notablemente, aunque exceptuando el caso de la dorada que en
los últimos años está alcanzando unos niveles de captura excepcionales, la
dominancia del número de especies y de individuos más abundantes, está más
equilibrada que en épocas anteriores.
¿Cuál crees que es la causa de que hayan
podido penetrar esas especies invasoras en el Mar Menor?
En
sentido estricto hay una diferencia entre especies colonizadoras e invasoras, y
curiosamente en el Mar Menor tenemos de los dos ejemplos. Por una parte está la adaptación de especies a
ese proceso de convergencia entre ambos mares, es decir el primer caso es el de
aquellas que tienen una distribución históricamente conocida en el Mediterráneo
y que por diferentes circunstancias son capaces de adaptarse en el tiempo a las
condiciones de la laguna. En el segundo caso, no son precisamente especies de
distribución mediterránea, o al menos del Mediterráneo Occidental, y que con
origen en otros mares u océanos, finalmente han encontrado un nicho ecológico
favorable en el Mar Menor.
Para
las especies colonizadoras tenemos muchos ejemplos tanto de algas como la
"oreja de liebre" (Caulerpa
prolifera), como de vertebrados o de invertebrados. En el que el papel del
hombre ha sido facilitar el intercambio de aguas y la similaridad entre ambos
mares.
Caulerpa prolifera ( Oreja de liebre )
Otra
cuestión diferente es la llegada de especies exóticas o invasoras, procedentes
de otros medios marinos alejados del Mediterráneo, como pudiese ser el caso del
cangrejo azul de origen Atlántico o el opistobranquio Bursatella leachi, que
proviene del Mar Rojo. En este caso el papel del hombre también ha sido
fundamental, ya que su presencia se debe a la importación de especies tanto de
la pesca como de la acuicultura, al tráfico marítimo, y en general a la
globalización en todos los sentidos que experimentamos durante las últimas
décadas, y que va en sentido ascendente.
Entre esas especies invasoras, podemos
contar con las medusas Cotilorhyzatuberculata (Huevo frito ) y la
Rhizostmospulmo ( Medusa blanca ), que tantos quebraderos de cabeza han dado a
los veraneantes y turistas en el Mar Menor,
¿Crees que se está gestionando bien el modo de controlar la población de
medusas en el Mar Menor o por el contrario tienes tu propia opinión de lo que
se podría hacer o de cómo se podría gestionar mejor?
La
cuestión de las nuevas especies de medusas en el Mar Menor es un tema
controvertido y en muchas ocasiones con opiniones poco fundamentadas desde el
punto de vista científico. Históricamente en el Mar Menor, antes de la apertura
del canal de El Estacio, sólo se conocía la presencia de una especie Aurelia aurita. Un colega del Centro
Oceanográfico empezó a estudiarla con el fin de realizar su Tesis Doctoral sobre
la biología y la dinámica de la población
de la misma. Hay que comentar que en aquel momento se desconocía el
ciclo biológico de dicha medusa, con lagunas del conocimiento importantes como
por ejemplo donde se concentraban los pólipos.
Cuando
se produce la colonización de las otras dos especies, la Comunidad Autónoma
encarga tanto a la Universidad de Murcia como al IEO, un estudio para evaluar
el efecto que esta proliferación podía tener, tanto a nivel de ecosistema como
por las afecciones al baño y al turismo.
Lo
mismo que pasaba con Aurelia,
desconocíamos donde se fijaban los pólipos, la época y el desarrollo de las
larvas éfiras, tasas de crecimiento y de supervivencia, etc. Inicialmente
intentamos averiguar el lugar de fijación de los pólipos y las condiciones
ambientales que requerían, ya que al tratarse de especies anuales, si se
cortaba el ciclo, las posibilidades de que no hubiese reproducción al año
siguiente eran elevadas. Igualmente hicimos una gran cantidad de ensayos en el
laboratorio sobre la fijación de los pólipos, ya que si el relativo equilibrio
salino entre el Mediterráneo y el Mar Menor, era el origen de la colonización,
al aumentar la salinidad quizás no se produjese una producción tan masiva de
medusas. Paradójicamente al aumentar la salinidad la fijación y la tasa de
supervivencia de las medusas aumentaba.
Posteriormente
tuvimos un proyecto de la Unión Europea, con más de 10 países participantes
(puesto que hay que aclarar que la proliferación de medusas está muy extendida
por todo el mundo), y de diferentes cuencas: atlánticas (Irlanda. Mar del
Norte, Escandinavia, Báltico), mediterráneas y Mar Negro, que se tituló
EUROGEL.
Este
proyecto aumentó de gran manera nuestros conocimientos y nos abrió nuevas
perspectivas de investigación. Incluso fue reconocido dentro de la Unión
Europea por su innovación a la hora de afrontar los retos tecnológicos e
intelectuales de estas proliferaciones. Un método de censos ideado por Ignacio
Franco, el mismo que comenzó a estudiar a Aurelia
para su Tesis, fue el que diseñó un sistema vídeo submarino, que nos permitía
en poco tiempo y con una gran fiabilidad estimar las poblaciones de medusas en
el interior del Mar Menor.
Con
el paso del tiempo nuestra perspectiva ha cambiado. El exceso de nutrientes procedentes
del Campo de Cartagena, y el descontrol de los vertidos en superficie como el
de la rambla del Abujón, pero también la entrada de subterránea a través de los
acuíferos, conducen a una situación de estrés ambiental al Mar Menor,
produciéndose un superproducción de biomasa en la cadena trófica, concretamente
en la producción planctónica, fenómeno también conocido como eutrofia.
Bocarambla, desembocadura de la rambla del Albujón
Si
no existieran filtradores eficientes en gran número como las medusas, los
desequilibrios de la cadena trófica podrían ser mucho mayores, especialmente en
las épocas de alta producción y aumento de las temperaturas. Por otra parte las
medusas concentran en formas voluminosas (las propias medusas) toda esa biomasa
planctónica en muchos casos microscópica, de manera que las redes (a pesar de
sus inconvenientes) permiten un baño que si se tratase de evitar la entrada de
zoo o fitoplancton sería imposible.
Por
último estas dos especies no son de las más urticantes especialmente Cotilorhyza tuberculata, lo que también
se desconoce es que otra especie muy común en el Mediterráneo Pelagia noctiluca, no ha podido
colonizar el Mar Menor, debido a que no soporta su salinidad. Si dicha especie
lo hubiese conseguido (nosotros las hemos encontrado dentro de la laguna, pero
mueren rápidamente, y tiene un poder urticante muchísimo más elevado que las
otras especies) ni siquiera las redes hubiesen sido un remedio, por una parte
por su menor tamaño (hay una relación entre la luz de malla y consecuentemente
con la resistencia al mar, y las condiciones de anclaje, peso de los muertos,
etc., de las redes, y su capacidad de retener determinados tamaños) y por otra
la fragilidad de sus tentáculos que se rompen muy fácilmente, de manera que
aunque no pasara el cuerpo completo de la medusa al impactar con las redes
estos entrarían en la zona de baño.
¿Qué opinas acerca de la forma que se hace
la regeneración de playas actualmente en el Mar Menor?¿crees que afecta de en
algún modo, positivo o negativo, al ecosistema de la laguna?
En
realidad en el Mar Menor no han existido playas, salvo las formadas por la
lengua de arena de La Manga, que era un sistema dunar dinámico, que se movía y
orientaba en función de los vientos domenantes. De hecho lo que han existido
son riberas (de aquí el nombre de la pedanía de Santiago de la Ribera), es
decir los límites internos de una laguna costera que por un proceso natural de
colmatación va perdiendo superficie y volumen. Es debido a esto que durante
mucho tiempo se usaron los balnearios como forma de salvar los primeros metros
de la orilla, sin arena y a menudo con fango y piedras. Lo que sí que existían
eran determinadas zonas donde se acumulaban los restos de moluscos bivalvos,
conchíferos fundamentalmente de berberechos.
Arena amontonada en Puntabrava para la regeneración de la playa
El
desarrollismo mal entendido, la presión de ayuntamientos y también de los
ciudadanos hizo que se iniciasen obras de "regeneración de playas"
(que ya sabemos que nunca las hubo), construcción de diques o espigones
perpendiculares a la costa, nuevos obstáculos como los puertos deportivos, etc.
La experiencia nos dice, que este tipo de actuaciones genera colmatación de la
propia, laguna, turbidez y sus consecuencias para la fotosíntesis de algas y
fanerógamas, incremento de la materia orgánica en el sedimento y
consecuentemente fondos anóxicos, malos olores y otros efectos no
deseados.
4 comentarios:
Interesante entrevista, enhorabuena...
¡Gracias Álvaro!, me alegro que te haya parecido así.
Este sitio realiza un gran trabajo.
Felicidades.
Saludos.
¡Muchas gracias Sol B!
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