De todos es conocido el problema de la invasión de medusas
que venimos sufriendo los vecinos y veraneantes del Mar Menor durante todos los
veranos desde hace ya más de dos décadas. A finales de los años setenta y
principios de los ochenta comenzaron a observarse esporádicamente las dos
especies de medusas causantes de esta plaga en el Mar Menor: Cotylorhiza
tuberculata ( Huevo frito o medusa marrón) y Rhizostoma pulmo (Medusa blanca),
consideradas en ese tiempo todavía como especies exóticas en la laguna y que
más tarde a finales de los ochenta empezaron a constituirse en una
verdadera plaga, que incluso acabó
desplazando a la medusa endémica del Mar Menor, y totalmente inofensiva por
otra parte: Aurelia aurita ( Medusa de cuatro ojos ) y que ahora solo es
posible observar, si tienes suerte, durante el mes de junio.
(Véanse los artículos : “Notas sobre el origen y evolución
de la plaga de medusas en el Mar Menor” del 9 de septiembre de 2010 y “Especies
de medusas del Mar Menor” del 23 de diciembre de 2010).
Para paliar este problema ambiental, al principio se
financiaron unos estudios de la Universidad y el Centro Oceanográfico
de Murcia ( I.E.O ) con el fin de intentar acabar con esta invasión mediante la aportación de soluciones posteriores a la
investigación sobre la dinámica de las poblaciones de medusas en el Mar Menor y
la problemática asociada a ella, pero dado que no daba resultados positivos
en tiempo récord como interesaba a las autoridades de cara al turismo, a pesar de los excelentes investigadores que
hay en estas instituciones, nuestros políticos decidieron poner “parches”
inútiles, como se hace bastante a menudo y que cuestan mucho dinero por cierto,
cuestión que deberían tener en cuenta en estos tiempos de crisis que por desgracia
nos ha tocado vivir y sufrir.
Los “parches” elegidos de cara al turismo han sido
principalmente dos:
Redes móviles, que consisten en unos barcos “recogemedusas” ,no
se llaman exactamente así, pero es una forma de nombrarlos. Estos barcos se pusieron en marcha a principios de la década de los años 90 y funcionan desplegando
unas redes que sirven para capturar estos celéntereos. Lo que hacen es que cuando hay una alta
densidad de medusas se pasean por el Mar Menor recogiendo con grandes redes
cientos o miles de toneladas de estos cnidarios (concretamente el año que en mayor
cantidad se capturaron fue 2002 con cinco mil toneladas), lo cual queda muy
bien de cara al público, ya que enseguida se propaga por los medios de
comunicación la cantidad de medusas recogidas y así queda demostrada su
“eficiencia”.
¿Qué tiene de bueno?, la respuesta es sencilla, da puestos de
trabajo a pescadores de la zona, lo cual está muy bien y aplaudo y de cara al
turismo parece que han acabado con cientos o miles de toneladas de medusas,
además que da juego a los medios de comunicación para el típico “culebrón” de
verano y entretenimiento al personal que lo lee.
¿Cuál es la realidad?, que no sirve de nada, excepto para dar trabajo a los pescadores de la zona, porque por cada
tonelada de medusas que extraen esos barcos del mar, nacen otras tantas con lo cual no se ha hecho absolutamente nada, aparte de malgastar
dinero e intentar justificar ese gasto.
Además esta medida puede agravar el problema porque cuando se recogen las medusas, estas se rompen literalmente en pedazos que se escurren por las redes y quedan libres en el mar con sus células urticantes correspondientes, que no hubiesen liberado si no se hubieran despedazado las medusas con las redes. Estas células urticantes liberadas ( cnidocitos ) tienen capacidad para producir picaduras como si la medusa estuviera viva.
Además esta medida puede agravar el problema porque cuando se recogen las medusas, estas se rompen literalmente en pedazos que se escurren por las redes y quedan libres en el mar con sus células urticantes correspondientes, que no hubiesen liberado si no se hubieran despedazado las medusas con las redes. Estas células urticantes liberadas ( cnidocitos ) tienen capacidad para producir picaduras como si la medusa estuviera viva.
Sobre el otro “parche” escribiré en el siguiente artículo.
jejeje, siempre dando en el parche...digo en el clavo. cuanta razón tienes Don José, cuanta razón, pero como tú dices, cara al público queda genial, y los que viven el Mar un mes al año, se creen todo, pero ¿y los que nos gusta todo el año y año tras año vemos el deterioro de nuestra laguna?.Un abrazo desde Urrutias Beach.
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