Un domingo cualquiera del mes de julio en una población en los alrededores del Mar Menor:
9.00: pasa pitando un panadero.
10.30: pasa el afilador, con sus eslóganes en el altavoz, no
es ni siquiera el afilador tradicional.
11.00: pasa el tapicero con el altavoz también a toda
pastilla.
11.30: pasa otro panadero pitando más fuerte que el
anterior.
12.30: pasa el vendedor de ajos, gritando por su altavoz.
13.00: pasa otro panadero pitando como los anteriores.
13:15: pasa el de los melones y las patatas con su
correspondiente altavoz.
13.30: me voy a bañarme harto de tanto estrés.
16.30: pasa el de los melocotones gritando con su altavoz
correspondiente.
19.00: pasan los “gitanos de la cabra”, sin cabra, pero con
el organillo a todo volumen.
Se pueden imaginar como acaba uno el día. Subiéndose por las
paredes con tanto ruido y con los nervios descompuestos. En lugar de tener un
plácido y tranquilo día de fin de semana dan ganas de volverse a la ciudad,
donde hay casi menos ruido y sobresaltos.
He descrito un domingo cualquiera del mes de julio o agosto,
da igual, pero no ocurre solo en fin de semana, también durante semana, aunque reconozco
que pasan menos vendedores ambulantes en esos días entre semana.
¿Por qué se incumplen las leyes con tanta impunidad?, la
venta ambulante está prohibida en las poblaciones de alrededor del Mar Menor y
tocar el claxon de forma arbitraria también, así como poner un altavoz o la
música más fuerte de lo permitido… ¿por qué tenemos que aguantar esto los
vecinos de estas poblaciones?.
Señores del Ayuntamiento de Cartagena y de las autoridades
que competan, eso que acabo de describir se llama incumplir la ley, y que yo sepa estos hechos están de castigados
por ella.
Si esta medida parece demasiado estricta, que no lo es, si
no se denuncian estos hechos, al menos se debería llamar la atención por parte
de las autoridades a los que cometen estos actos para que no vuelvan a hacerlo.
Llevamos muchos años luchando contra este tipo de
contaminación acústica, que pone de los nervios a cualquiera que veraneé en las
localidades costeras del Mar Menor, ya que no se trata de un panadero que pase
esporádicamente, o un vendedor ambulante que haga lo propio, sino que los
panaderos y demás vendedores ambulantes se toman la libertad de “despertarte” o
“molestarte” a la hora que ellos quieren con sus pitos y eslóganes, por otro lado de lo más curiosos como el de
los ajos por ejemplo, que berrea: ¡ajos gordos y coloraos como le gustan a las
mujeres! o el antiguo afilador que gritaba: ¡se afilan los cuchillos y las
deeeestijeraaaas!, ahora pasa otro que incluso te vende aparatos para afilar tú
mismo los cuchillos.
Todavía es mayor el problema de la gente que trabaja por la noche, que tiene niños pequeños y ancianos o personas enfermas a su cargo que necesitan descansar por la mañana hasta más tarde y no tienen forma de hacerlo con estos ruidos mañaneros, pero tampoco por las tardes, puesto que los estos pitidos y gritos por altavoces se prolongan durante todo el día.
Todavía es mayor el problema de la gente que trabaja por la noche, que tiene niños pequeños y ancianos o personas enfermas a su cargo que necesitan descansar por la mañana hasta más tarde y no tienen forma de hacerlo con estos ruidos mañaneros, pero tampoco por las tardes, puesto que los estos pitidos y gritos por altavoces se prolongan durante todo el día.
Los vecinos de estas poblaciones no tenemos, ni debemos
porqué seguir aguantando esta situación insostenible desde el punto de vista
jurídico y de la salud, y las autoridades competentes no deberían hacer oídos
sordos a las quejas y denuncias de los vecinos, y tomar cartas en el asunto para
acabar con este incumplimiento reiterativo de la ley todos los veranos desde
que yo tengo uso de razón, y créanme que tengo ya algunos añitos, en los cuales
veraneo en esta comarca.
¿Qué nos queremos cargar el trabajo de estos señores, tal
como está ahora la economía? la respuesta es no rotundamente. Primero los
panaderos que pasan son los mismos que nos venden el pan en las panaderías de
las poblaciones adyacentes al Mar Menor, con lo cual no tienen ninguna necesidad
imperiosa de venta ambulante, segundo los vendedores ambulantes pueden ir a los
pueblos los días que le corresponde el mercado, que cada día es una población,
y muchos de ellos además tienen sus propios comercios con lo cual tampoco
tienen necesidad ninguna, tercero si
quieren vender en la calle de forma ambulante, aún a riesgo de multa por parte
de la policía, o al menos así debería ser, que lo hagan, no tenemos
inconveniente alguno pero que lo hagan en silencio, sin molestar a los vecinos
que quieren seguir disfrutando con tranquilidad de su merecido descanso y
veraneo después de un año de duro trabajo.
Así que desde aquí abogamos por poder disfrutar de un verano
tranquilo, de paz y sosiego, sin tener que ser sobresaltados cada por dos por
tres por estruendosos y desafinados claxons de coches o furgonetas, ni gritos y
berreos variados por altavoces a todo volumen a horas y deshoras, ya sean la
nueve de la mañana un domingo como cualquier día de semana a la feliz hora de
la siesta del estío.
Por todo ello volvemos a reiterar nuestra propuesta al
Ayuntamiento de Cartagena y las autoridades competentes de que cumplan con su
deber de velar por la tranquilidad de los vecinos y protegerlos de la
contaminación acústica que entre otras patologías, puede producir estrés grave
e incluso infartos agudos.
No obstante también conozco que algunos de estos vendedores
tienen permisos especiales para la venta ambulante, insisto no tengo ningún
problema en que hagan su trabajo, y si encima están auspiciados por la ley menor
es mi objeción, pero lo que no tienen permiso es para tocar el claxon y gritar
por altavoces a volúmenes no permitidos, y que yo sepa para ello no hay
permisos especiales.
jejejej, una vez mas Don José, dá usted en el clavo, sobre todo porque esos que "pitan" junto a su casa, son los mismos que un poquito antes, lo han hecho en la puerta de mi casa, te ha faltado decir,"el afilador, afila los cuchillos y las tijeras, se lo ofrece la casa Ibérica DI Albaceteeeeeeeee"jejeje, un saludo Don José.
ResponderEliminar¡Alguien tiene que poner orden en este pueblo! ¿no? jejeje.
ResponderEliminarUn saludo para ti.
Como ya no está el MATUTE...pues tendrás que ser tú...Luego te llevamos el bastón de mando..jejeje. Viva Los Urrutias Beach.
ResponderEliminarTe falta uno-s digo dos, para l@s que estamos en primera línea: los PASEANTES,useasé l@s de la "ruta del colesterol", mañaneros de pro, que a paso rápido y lengua aún más veloz, pasean dándole a la sin hueso a grito pelao desde el mismico amanecer, a esa hora en que el sueño es más dulce. Y da igual que sea domingo o jueves, no piensan en nadie. Y eso sí, van de cuatro en cuatro y los siguientes pasan a los dos minutos y medio. Total, que te levantas de un hunor estupendo... Y dos: los de la barbacoa. Empiezan de muy buen rollito, muy organizados. El humo, que si prende, que si no prende.. empieza a correr el alcohol y lo que no es alcohol, las risas, la música, LA MÚSICA CHUNTACHUNTA... las 3, las 4.. y no se van, y discuten y ríen, y gritan, y no dejan dormir a nadie. Total que cuando empeza a amanecer y por fin parece que llega la calma, quienes llegan son los paseantes. Yo también echo de menos al Matute.
ResponderEliminar(le recuerdo especialmente cuando empecé a conducir, parece que estaba al cabo de nuestras edades, porque le faltaba tiempo para pedirte el carné...XD). Un saludo!!.( Ah, y otro día te hablo de la espumica blanca -química que hay en toda PuntaBrava,que impide el baño, y los verdes en la higuera probablemente...)
Estoy totalmente de acuerdo contigo en esos otros agentes de contaminación acústica de origen antrópico, deberían tener en cuenta a la gente que quiere descansar en sus vacaciones.
ResponderEliminarLo del Matute era un poco exagerado, pero ponía "orden y concierto" jejeje.
El tema de la espumica blanca como dices lo tengo pendiente en un próximo artículo en el blog ( no depende solo de la contaminación química), lo del verde de la higuera, no lo entiendo, ¿qué es?
Te invigo a escribir tu misma sobre ello y publicar el artículo en el blog.
Por cierto he recomendado tu blog de cocina a mi cuñada, que le encanta cocinar.
Un saludo.
Con lo de "los verdes en la higuera", me refiero a los autodenominados ecologistas, léase Izquierda Unida - Los Verdes, o el mismísimo Green Peace ;" en la higuera" es decir que no se enteran o no se quieren enterar. Me refiero a que defiendan a muerte lo de las posedonias, que sí, que me parece muy bien, pero que el Mar Menor, que como tú muy bien dices es una joya única, yo diría en el mundo ( yo me he criado tomando el aperitivo cogiendo berberechos de la misma orilla) está abandonao a su suerte que desde luego cada dia es menor-s. Y ahora es un principio de cloaca en muchos sitios y en otros francamente una cloaca, porque jope con los olores de vez en cuando!. En fin, que me gustaría que los que abogan por la ecología, los que la hacen su bandera, se acordaran de este precioso en su tiempo rincón de Murcia. Muchas gracias por tu recomendación. Será muy bien recibida. Un abrazo!.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo de nuevo, me parece muy acertada tu opinión creo que muchos de esos grupos ecologistas ( no todos, también hay que decirlo ) se preocupan más de la política que de la verdadera ecología, yo prefiero a los ecologos, estos últimos razonan y argumentan sus quejas aunque no se les oiga tanto.
ResponderEliminarYo veraneo toda mi vida en el Mar Menor y he visto su evolución siempre a peor y por eso me decidí al fin a escribir este blog, con el propósito de llamar la atención sobre este ecosistema en la medida de lo posible.
Por si te interesa también hay otra página ya abandonada que hace tiempo publiqué con mi primo Paco Salinas, ss llama www.elmarmenor.org.
Un saludo.