Lo escrito aquí es solo una simple y modesta opinión del que escribe, como apasionado del Mar Menor y como persona sensibilizada por el medio ambiente y su importancia en nuestra salud y nuestras vidas en general, por lo que es posible que al lector no le interese lo más mínimo, se posicione en contra o a favor de la misma, o que esté muy interesado. En cualquier caso vaya por delante que no quiero suscitar polémica con el contenido del artículo, solo tengo intención de hacer una reflexión sobre la situación actual del Mar Menor y su gestión, ya que nadie tiene la verdad absoluta, como pretenden algunos.
En todo el tiempo que dura la polémica de cómo dar un
diagnóstico y posterior solución a una situación tan difícil como la que está
pasando el Mar Menor, no he escrito ningún artículo nuevo en el blog, ya que no
podía seguir escribiendo con normalidad sobre un mar en el que ya ni siquiera
me baño dado su estado, lo que no quiere decir que haya perdido interés por su
salvación. Todo lo contrario, tengo más interés que nunca en ello.
Para empezar, mucha gente me pregunta que si realmente sus
aguas son o no aptas para el baño, mi respuesta siempre es la misma: no sé si
sus aguas son o no aptas para el baño, ya que aunque hay una página dela Consejería de Sanidad y Política social que cada quince días se
actualiza con los resultados de los análisis de aguas de la laguna y que afirma
que si lo son, en mi opinión no dan datos suficientes para tener credibilidad
acerca de la situación sanitaria del Mar Menor. En esta página sólo dan
información sobre Enterococos intestinales y E. coli, es decir bacterias que
pudieran ser causantes de diarreas y de gastroenteritis, propias de aguas
fecales y muy contaminadas. Pero creo que faltarían otros parámetros
importantes a tener en cuenta, como serían las concentraciones de fitoplancton
tóxico, que pueden provocar graves enfermedades en altas concentraciones y que
pudieran afectar a la fauna y flora del mismo modo y trazas de metales pesados, sobre todo por la
influencia de estos últimos en los productos provenientes de la pesca o
marisqueo.
Con ello no quiero decir que esos datos estén alterados con
respecto a parámetros estandarizados, que según otras fuentes no lo están aún,
pero no costaría trabajo ninguno mostrar también esa información y evitar de
esta manera suspicacias. Tampoco costaría trabajo especificar en qué lugares se
han tomado exactamente las muestras de agua, ya que según donde se tomen
podrían arrojar unos u otros resultados que podrían estar sesgados.
No obstante sus aguas desde luego no llaman al baño, dado el
aspecto que presentan.
Fotografía tomada el 20-08-16 a medio metro de profundidad, se puede apreciar el color verdoso del agua y la turbidez, ya que la medusa que sale en la foto, no se hallaba a más de un metro mío.
Con esto no estoy descubriendo nada nuevo a ningún habitante
de los pueblos circundantes a la laguna, ni a ningún turista que haya estado
este verano visitando el Mar Menor. De hecho por desgracia, uno de los sectores
que ha salido más perjudicado de esta situación de dejadez por parte del
Gobierno Regional y el Ayuntamiento de Cartagena, ha sido el hostelero.
Me da realmente pena cuando en plena hora del baño por la
mañana, me estoy refiriendo entre las 12.30 y 14.00 horas, cuando otros veranos
ha estado el mar lleno de gente bañándose, no había nadie o dos o tres personas
en muchas ocasiones, en otras quizá veinte como mucho solamente en todo el
espacio del mar que abarcaba mi vista, que podría ser de unos dos kilómetros de
playa. Así un día tras otro.
Playa de Los Urrutias 15-08-16, a las 13.00 horas, plena hora del baño, no había nadie en el agua desde Puntabrava hasta el club naútico.
¿Y todo esto a que se
debe?
Pues simplemente a la dejadez, abandono y permisividad del
Gobierno Regional y el Ayuntamiento de Cartagena en las agresiones al Mar Menor
durante unos cuarenta años, no sólo durante los últimos veinte años como
quieren hacer creer muchos con intereses electoralistas claros, lo cual me parece de lo más rastrero dicho sea de paso. ¡Basta de ponerse medallitas ecologistas a costa del desastre medioambiental de nuestra laguna salada!
Los problemas medioambientales de la laguna se le han explicado muy claros desde hace
muchísimos años, más de treinta, a los diferentes equipos de gobierno y la oposición que han
ido pasando por el Gobierno Regional y el Ayuntamiento de Cartagena desde los años ochenta, pero siempre han
hecho oídos sordos. Hasta que les ha explotado el problema en la cara.
Si ahora se le están empezando a dar soluciones a los problemas del Mar Menor es gracias a especialistas en ecología, biologos, asociaciones ecologistas, asociaciones de vecinos y plataformas sociales que han puesto de relieve en las redes sociales y medios de comunicación la situación de nuestra laguna y la ineficacia, ineptitud y pasividad de los políticos de la región con respecto a este tema, de manera que a nuestros mandatarios y a la oposición, no les ha quedado otra opción que empezar a moverse e intentar poner soluciones para no ser la vergüenza nacional una vez más.
Estos problemas ambientales, aunque realmente son muy
complicados, se pueden resumir de la siguiente manera: los derivados del dragado de la gola del
Estacio, de la
agricultura intensiva, de la urbanización masiva y del
dragado y regeneración de playas.
El conjunto de todos ellos ha dado lugar, por un lado a que el Mar Menor
haya pasado de ser un mar oligotrófico a ser un mar eutrófico casi en un tiempo récord, es decir de
tener aguas cristalinas, sin prácticamente materia orgánica ni fitoplancton en
suspensión a ser un mar como el actual, de color verdoso con fitoplancton y
materia orgánica en suspensión muy abundante. Lo que le da ese aspecto turbio y
poco saludable que tiene ahora mismo y por otro lado también ha dado lugar a
los abundantes fondos fangosos con los que cuenta actualmente, tan peligrosos
para los bañistas, sobre todo personas mayores y niños, que o bien quedan
atrapados en ellos o provocan caídas. De hecho hay varios tramos de playa en
los que está prohibido el baño debido a esta razón.
A su vez han provocado que el Mar Menor haya visto
alteradas sus condiciones físico-químicas, como la salinidad y temperatura, lo
que ha propiciado la entrada desde el mar Mediterráneo de especies invasoras,
algunas de las cuales han perjudicado gravemente la fauna y flora típicas de la
laguna.
Y por supuesto el deterioro de los humedales que existían en su perímetro, que actuaban como filtros verdes naturales, además de un pérdida muy grande de la biodiversidad existente debido a su importancia como zona de descanso, cría y alimentación de gran cantidad de especies de aves.
¿Qué problemas
sociales hay?
A mi entender, en el tema del Mar Menor, además de un grave
problema ambiental, existe un conflicto social importante.
Quiero decir con esto que hay un enfrentamiento de intereses
sociales, por un lado ecologos, ecologistas y apasionados del Mar Menor en
general, queremos un ecosistema limpio, saneado y en equilibrio, donde pueda
sobrevivir la fauna y flora típica del Mar Menor, a la vez que sea compatible
con el uso y disfrute de la laguna, incluyendo el baño y la pesca, por otro
lado los veraneantes que vienen a pasar alguna temporada y que lo quieren es
una “piscina”, es decir un mar limpio donde se puedan bañar, tan limpio que no
quieren que haya ni algas, y que además tenga playas de arena kilométricas,
aunque todo ello sea a costa de la fauna y flora de sus fondos y por último
está el grupo más nefasto para el ecosistema marmenorense, que son nuestros políticos, a estos lo único que les interesa es el
aspecto de rendimiento económico que pueda dar, sin importarles lo más mínimo
si está o no sano el ecosistema y por
supuesto el rédito electoral que le puedan sacar a esta situación.
De forma que en mi oponión hasta que esos tres grupos sociales no lleguen a un
acuerdo común, creo que no se va a solucionar el gran problema ambiental de la
laguna, lo cual va a ser muy difícil dado que parece que "hablamos" distintos idiomas.
Por supuesto este problema ambiental, ha acabado por ser un
gran problema económico para la Región de Murcia como ya se les iba advirtiendo
a nuestros políticos desde hace varias décadas.
Los problemas
ambientales normalmente llevan aparejados siempre graves problemas económicos
para la zona afectada, pero eso no parece entenderlo la clase política, que
solo entiende de réditos electorales y de dinero.
No obstante quiero ser optimista aunque sea difícil y pensar que algún día, a muy largo plazo, se podrá solucionar este desastre ambiental, pero comparto la opinión de algunos de los mejores especialistas en la problemática del Mar Menor de que nunca volverá a ser el mismo que fue.
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