Científicos
del Instituto Español de Oceanografía (IEO) han llevado a cabo un seguimiento
de la entrada de contaminantes orgánicos al Mar Menor a través de su rambla
principal, la del Albujón, y han detectado 70 contaminantes de distinta
naturaleza en el análisis de las aguas. Además, los investigadores han logrado
demostrar que las concentraciones de algunos contaminantes varían incluso en el
mismo día, poniendo de manifiesto la «ineficacia» de los muestreos puntuales
para monitorizar sistemas litorales como éste.
Desembocadura de la Rambla del Albujón en el Mar Menor
El equipo de
contaminación marina del Centro Oceanográfico de Murcia del IEO ha
caracterizado la entrada de contaminantes orgánicos, fundamentalmente
plaguicidas, a través del Albujón.
Los
contaminantes detectados incluyen pesticidas organofosforados y organoclorados,
triazinas, bifenilos policlorados o hidrocarburos aromáticos policíclicos,
entre otros. El estudio determina que los insecticidas predominan durante el
verano y los herbicidas en invierno.
También se
ha constatado la importancia que tiene la carga contaminante que las riadas
hacen llegar a la costa mediterránea, siendo superior en muchos casos al total
anual que accede a través de las escorrentías superficiales.
En el
estudio, publicado recientemente en la revista Chemosphere, se ha constatado
además «la gran variabilidad diaria y estacional de la concentración de
contaminantes en este tipo de sistemas litorales, con variaciones de
concentración y flujo para un determinado contaminante que pueden superar un
orden de magnitud en un mismo día».
Esta gran
variabilidad indica que un muestreo puntual en este tipo de sistemas «no es
representativo, requiriéndose muestreos exhaustivos o la utilización de algún
sistema de integración de la contaminación para conseguirlo».
Los análisis
se han realizado aplicando la extracción con barras magnéticas polimerizadas y
cromatografía líquida acoplada a la espectrometría de masas, que es un método
específico y sensible que permite detectar compuestos a muy bajas
concentraciones.
El estudio
se ha realizado gracias a la financiación del Ministerio de Ciencia e
Innovación a través del proyecto Decomar, que contempla también la
caracterización de la distribución de los contaminantes orgánicos en la laguna
y la evaluación de sus potenciales efectos.
Fuente: La Verdad digital 15 de febrero de 2013.
Mi madre tiene una casa en Punta Brava. Antes era literalmente el paraíso. Yo me he criado comiendo berberechos sentada en la orilla... Hoy no puedes ni meter los pies en el lodazal en que se ha convertido la antigua playa. ¿Dónde están los ecologistas-verdes?. ¡Es una VERGÜENZA!. Un saludo, vecino.
ResponderEliminarQue te voy a contar que no sepas, Don José, nuestro Mar Menor ha cambiado mucho de cuando salíamos con el cuerpo lleno de sal, gambillas en los postes de los embarcaderos, berberechos..en fín...por otro lado hemos ganado políticos diciendo que todo va muy bien....
ResponderEliminarY no podemos hacer nada para recuperarlo?
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