Canal del Estacio. Vista hacia la entrada del mar Menor.
Cotylorhiza tuberculata ( Huevo frito ). Atrapada dentro de las redes en la "zona de baño". Al lado se puede ver también una Rhizostoma pulmo ya en mal estado.
Rhizostoma pulmo ( medusa blanca )
Hace décadas la única especie de medusa que vivía en el mar Menor era la Aurelia aurita ( medusa de cuatro ojos), totalmente inofensiva, pero tras la construcción del canal del Estacio hubo una invasión masiva de las dos especies de medusas mencionadas anteriormente.
Aurelia aurita ( Medusa de cuatro ojos ). En realidad los círculos que se ven son las gónadas.
En los años 70 y 80 la medusa Aurelia aurita era muy común durante los meses de verano, desde junio hasta septiembre y las otras dos especies eran visitantes esporádicos. Pero a partir de finales de los años 80 estas dos especies empezaron a ser pobladores permanentes del mar Menor, constituyéndose en una verdadera plaga debido al cambio que se produjo de las condiciones físico-químicas y también al aumento de la materia orgánica en suspensión, consecuencia de la urbanización masiva en estos años en los alrededores del mar Menor, sobretodo en La Manga, ya que los colectores de las nuevas urbanizaciones iban a parar directamente al mar Menor y también debido a los vertidos, sobretodo de nitratos, desde los cultivos del campo de Cartagena a través de las ramblas naturales que desembocan en la laguna, como la rambla del Albujón, que es la que aporta la mayor parte de estos vertidos.
Rambla del Albujón.
Este aumento de materia orgánica en suspensión, aumentó a su vez el plancton marino en el mar Menor. Así que entre estos dos factores, es decir el cambio de condiciones de salinidad y temperatura y el aumento del plancton marino, debido al aumento de materia orgánica, unido a la ausencia de depredadores hizo que el ecosistema fuera propicio para que estas medusas encontraran unas condiciones de vida extraordinarias para poder vivir y reproducirse.
De esta manera hoy en día es casi imposible ver una medusa Aurelia aurita y sin embargo las otras especies siguen constituyendo una plaga imparable, con el agravante de que la Rhizostoma pulmo es urticante y puede producir graves picaduras a personas que sean especialmente sensibles.
Aunque se han intentado poner medidas de protección para los bañistas y para la erradicación de la plaga, estas están resultando desde hace años totalmente ineficaces, ni las redes que se ponen en las playas protegen a los bañistas, ni la recogida de medusas mediante barcos con redes ha conseguido acabar con ellas y eso que sacan miles de toneladas cada verano ( en el año 2000 por ejemplo se sacaron en total 4.250 toneladas equivalentes a 30 millones de ejemplares y la población total se estimaba en unos 70 millones de individuos ). Entre otras cosas porque el tamaño de malla de las redes es demasiado grande y deja pasar las larvas y crías de medusas, que una vez dentro de ellas crecen y no pueden volver a salir, quedando atrapadas en las redes, descomponiéndose por el movimiento del mar y provocando que sus nematocistos, las células urticantes, queden libres en el agua, produciendo picores y urticarias a los bañistas veraneantes, aunque a decir verdad estos picores y urticarias no se debe solo a ese motivo, sino también a la contaminación por vertidos de plaguicidas y pesticidas provenientes del campo de Cartagena, a través de las ramblas.
Rhizostoma pulmo atrapada en la red por dentro de la "zona de baño".
Grupo numeroso de Rhizostoma pulmo atrapado en la red destrozadas y descomponiéndose.
Además estas redes impiden el tránsito libre de peces que tienen un tamaño superior al de la malla de la red, quedando en algunas ocasiones atrapados en ellas muriendo. Esto es una grave consecuencia ya que aisla a estos individuos que quedan dentro de las redes y no pueden relacionarse, ni reproducirse con sus semejantes.
Anguila atrapa en la red, no puede cruzarla libremente.
Esto demuestra una vez más la mala gestión que se está llevando en cuanto a la protección de este preciado tesoro ecológico que tenemos y que debería ser mimado por las autoridades competentes de la Comunidad de Murcia y del Ayuntamiento de Cartagena.
A mi juicio en lugar de gastar tanto dinero todos los años en poner las redes de protección1, se gastan anualmente 1.3 millones de euros ( multiplíquelo por más de diez años que llevan poniéndolas y sale una buena cantidad de dinero, ¿no?), se debería invertir ese dinero en investigación y de ese modo estoy casi seguro que el problema se hubiera solucionado hace bastantes años, ya que tanto las redes como los barcos de recogida de medusas son “parches” de cara al turismo, pero no atacan la raíz del problema, sino que encima lo agravan debido a lo expuesto anteriormente.
Vídeo de Cotylorhiza tuberculata ( Huevo frito ).
Redes de protección1: se supone que las redes también cumplen con la función de delimitar la zona de baño y entrada y salida de barcos.
La función de delimitación de las zonas de baño se puede realizar señalizando con boyas, al igual que la entrada y salida de barcos.
ResponderEliminarPor supuesto, nunca he dudado de que eso sea legal, la cuestión es que ni es moral, ni cumple los requisitos, y encima es perjudicial para la fauna y flora del Mar Meno y para los bañistas. No es moral, porque las redes al principio no se pusieron para ese fin, ya que se pusieron para que no entraran las medusas desde fuera, pero no para delimitar una zona de baño, que después dijeron que lo era, no cumple los requisitos porque las boyas que están paralelas a la costa no están a los 250 metros reglamentarios, sino a mucho menos, por lo que se reduce la zona de baño y se deja que los barcos y sobre todo motos de agua se acerquen demasiado a la orilla, además las redes en su mayoría tienen grandes trozos rotos que no arreglan de verano en verano, sino que las ponen así rotas y es perjudicial para la fauna y flora porque no deja que los peces maduros, en edad repructiva, salgan de la zona de baño, una vez que están puestas las redes, de manera que no pueden reproducirse, además es perjudicial porque las medusas se rompen en pedazos en las redes y liberan las células urticantes y el agua "pica" después, además de que las medusas que están dentro de la zona de baño, también crecen, por si alguien no lo había notado, y al crecer no pueden pasar a través de la red y se quedan dentro, con lo que no se soluciona ningún problema. Y se gasta cada año medio millón de euros desde hace ya más de dos décadas para nada de nada y no sólo no solucionar el problema de las medusas, sino para empeorarlo.
ResponderEliminarUn saludo