lunes, 5 de julio de 2010

PECES EN EL MAR MENOR: S.O.S PARA EL CABALLITO DE MAR

En el Mar Menor siempre ha existido un pez un tanto peculiar, al igual que en el resto del Mediterráneo: El Caballito de mar ( Hippocampus guttulatus y en menor número el Hippocampus hipocampus ), ambas especies han coexistido en la laguna desde tiempos inmomeriales, pero en los últimos veinticinco o treinta años sus poblaciones se han visto reducidas hasta casi el borde de la extinción debido a la influencia humana, ya que de una manera directa o indirecta se ha visto alterado su hábitat de forma severa y con ello se ha reducido la densidad de individuos de ambas especies.
La peculiaridad del caballito de mar reside en su morfología externa, de ahí su nombre, ya que su cabeza que hace ángulo recto con el cuerpo y se asimila de forma sorprende a la de un caballo. También en su forma de reproducción, que como en todos los Singnátidos1, es el macho el que incuba los huevos en una bolsa de incubación que tiene en el abdomen y de la que salen las pequeñas crías ya formadas, al ser ovovíviparos2. Además su cola prensil les permite enroscarse en las algas para sujetarse, así como entre ellos mismos, por ejemplo durante la danza nupcial que realizan el macho y la hembra y en la que ella deposita su huevos en la bolsa de incubación del macho mediante una papila genital que se encuentra en su cloaca3.

Caballito de mar ( Hippocampus guttulatus)
Foto tomada en Septiembre de 2007 en los Urrutias

El problema principal de encontrarse casi extintos en el Mar Menor ha sido la contaminación de la laguna por acción del hombre y los cambios físico-químicos que se han dado en sus aguas por esta causa. También la invasión de medusas en el Mar Menor a partir de los años ochenta, debido una vez más a la contaminación producida de la mano del hombre, ha influido de forma decisiva en la desaparción de estos peces, ya que las medusas depredan sobre las larvas del caballito de mar. Otro problema no menos importante ha sido la recolección abusiva de ejemplares con fines comerciales o de uso personal para secarlos y usarlos como motivo de decoración.

Cría de caballito de mar, de apróximadamente tres centímetros visto en agosto de 2008 en Los Urrutias.

Actualmente se está intentando poner freno a la extinción definitiva del caballito de mar desde distintas asociones ecológistas y desde algunas fundaciones, así como desde la Universidad de Murcia ( Cluster, Asociación hippocampus, Global Nature, Aquarium de la Universidad de Murcia ), pero me temo que el esfuerzo de todas estas personas e instituciones no va a ser suficiente hasta que la propia Comunidad y los órganos competentes no se pongan manos a la obra de una vez por todas e intenten poner medios de verdad para la protección de los hábitat de las especies que pueblan el Mar Menor.

Singnátidos1 ( Syngnahtidae: palabra de origen griego que significa mandíbulas unidas): Familia de peces oséos teleosteos. Su nombre hace referencia a la forma tubular de su boca por la que “aspiran” su alimento, además carece de aletas caudales que han sido sustituidas por una cola prensil. A esta familia pertenecen los peces aguja y los caballitos de mar.

Ovovivíparos2: cuando los huevos se desarrollan dentro del cuerpo de la hembra hasta que eclosionan. En este caso se desarrollarían en el interior de la bolsa de incubación del macho.

Cloaca3: parte final del aparato digestivo en la confluyen también las partes finales del aparato urinario y el aparato reproductor.

domingo, 4 de julio de 2010

CTENÓFOROS EN EL MAR MENOR

Hace algunos años, concretamente a principios de agosto de 2006, aparecieron en el Mar Menor unos extraños visitantes en un gran número de individuos: Ctenóforos de la especie Mnemiopsis leidyi. La expresión de “extraños visitantes” se la merecen, ya no solo por su anatomía y comportamiento, sino porque nunca antes se habían citado en el Mar Menor.

Para los que no lo sepan, que serán la mayoría supongo, los ctenóforos son un grupo de animales invertebrados marinos, parecidos a las medusas, de cuerpo blando, textura gelatinosa y frágil y que tienen la propiedad de ser bioluminiscentes, son capaces de emitir unas luces de brillo eléctrico en un rango de colores igual al del arco iris aproximadamente.

Ctenóforos Mnemiopsis leidyi
Pasados unos siete u ocho días, en la que fueron vistos a millares, desaparecieron de forma tan repentina como aparecieron, después de unas fuertes lluvias y un enfriamiento rápido del agua, quizá casualidad, o causalidad de su desaparición. Lo cierto es que cuando empezaron a aparecer, el agua del Mar Menor tenía una temperatura anormalmente alta, al igual que pasaba con la del Mediterráneo que llegó a tener una temperatura de 26º, es decir unos tres grados por encima de su temperatura media normal y por otro lado la población de medusas también era menor y ya que son animales filtradores de plancton, al igual que las medusas, por lo que otra de las causas probables podría ser que las hubieran sustituido en esa sucesión ecológica de especies que se viene dando en el Mar Menor desde hace unos años, debido a los cambios tan radicales de sus condiciones físico-químicas, como su salinidad, temperatura o su eutrofización.

Pero todo esto son hipótesis, lo cierto es que no se sabe a ciencia cierta el porqué de su aparición, ni tampoco el de su desaparición repentina.

Parece ser que estos hechos, que ocurren en un mar, que está sufriendo constantemente cambios debido sobre todo a la acción del ser humano, no tienen mucha importancia, ni para la Universidad de Murcia, ni para la Comunidad, ya que no ha sido estudiado en ningún momento ni nadie perteneciente a estas entidades tiene información suficiente para dar una explicación constatada a estos hechos.

¡Incomprensible, pero cierto!