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EL TIEMPO

martes, 28 de septiembre de 2010

CTENÓFOROS EN EL MAR MENOR

Como ya expliqué en un artículo anterior en agosto de 2006 se pudo observar una verdadera invasión de ctenóforos en el Mar Menor de la especie Mnemiopsis leidyi.

Su aparición fue un hecho insólito, ya que ni se habían citado antes en la laguna, al menos los de esta especie, ni han vuelto a aparecer después.

La causa de su paso por el Mar Menor y su repentina desaparición, no se sabe aún, ni tampoco ha sido investigada, así que de momento solamente podemos disfrutar de este documento gráfico, esperando que algún día se desvele este hecho que a mi entender muestra una vez más las extraordinarias características cambiantes en las sucesiones de especies del mar Menor que se viene produciendo desde las últimas tres décadas.

En el vídeo se puede apreciar la capacidad bioluminiscente de estos animales y los bonitos colores de tonalidad eléctrica que son capaces de producir gracias al movimiento rápido de las hileras longitudinales de "peines" ( ctenes ) que poseen y de donde viene el nombre de este phyllum animal.

( Pincha aquí para ver el vídeo )

Como curiosidad decir que pude comprobar que cada vez que eran molestados ( tocados con algún objeto ) por la noche emitían una luz verde clara siempre todos los individuos.





martes, 21 de septiembre de 2010

FOCA GRIS EN EL MAR MENOR

Este verano me llegó la noticia de que se vio una foca en el mar Menor. El avistamiento se produjo en la cubeta sur de la laguna, concretamente en Los Nietos, fue vista por bañistas y marineros del puerto de esta localidad. No podía dar crédito a lo que me decían, por lo insólito del caso, así que me he puesto en contacto con el Centro oceanográfico de Murcia para confirmar este hecho.

El avistamiento me fue confirmado por D. Julio Mas, científico de dicho centro oceanográfico, que me informó de que efectivamente ocasionalmente se puede ver alguna foca en el litoral murciano, pero generalmente son focas grises, no foca monje como cabría esperar, ya que esta es la foca típica del mediterráneo, aunque actualmente se encuentra en grave peligro de extinción.

La última foca que se ha visto fue precisamente la de este verano, que se vio el día 29 de junio dentro del mar Menor y de la que dieron parte las autoridades de protección civil al centro oceanográfico después de verla nadando en la zona norte del mar Menor, en el canal de El Estacio.

Desde el centro oceanográfico se les aconsejó que la intentaran sacar del mar Menor, ya que hay redes y podía quedar atrapada en ellas y además de esa manera también se podían evitar las interacciones con los bañistas y las medusas.

Finalmente la foca salió al Mediterráneo y murió ahogada en una red moruna en Cabo de Palos ( arte de pesca fijo parecido a la encañizada, donde hay un laberinto de redes que acaban al final en un ensanchamiento donde son apresados los peces ).

Una vez muerta el Centro de Recuperación de Especies de la Comunidad Autónoma de Murcia y el Centro Oceanográfico de Murcia procedieron a la identificación de la especie, llegando a la conclusión de que se trataba de una foca gris (Halichoerus grypus ).

Esta especie de foca procede del océano Atlántico y es típica de aguas frías por lo que no se conoce bien que podía hacer en el interior del mar Menor.

viernes, 17 de septiembre de 2010

NOTAS SOBRE LA REPRODUCCIÓN Y COMPORTAMIENTO DE BURSATELLA LEACHII

Estos moluscos cuando se reproducen de mediados de verano hasta otoño, forman cadenas de tres o cuatro individuos, a veces más, en las que el individuo de delante actúa como macho y fecunda al de atrás que actúa como hembra.

Bursatella leachii en plena cópula. Varios individuos alineados sobre las algas.
Varios individuos alineados en la substrato de arena en posición de reproducción.
Después el que ha actuado como hembra pondrá una masa de huevos en forma de cordón anaranjado o amarillento que se adhiere a las algas.

De estos huevos salen unas larvas al cabo de siete u ocho días que son planctónicas y nadan libremente en la superficie del agua para finalmente, al cabo de dos o tres meses, sufrir una metamorfosis y convertirse en la babosa de mar que conocemos, que irá creciendo hasta alcanzar el tamaño del adulto que como ya dije en el artículo anterior puede alcanzar una longitud de hasta 150 mm de longitud aproximadamente.

Este ciclo de reproducción, en que en una de las fases se convierte en una larva con movimiento libre en el plantón es lo que le da a este molusco la capacidad de dispersarse tan rápidamente, como ha hecho por todo el mar Menor, colonizando cada uno de los rincones de la laguna en muy poco tiempo.

En cuanto a su comportamiento se puede decir que normalmente se ven en solitario separadas unos centímetros o unos metros unas de otras, en muchas ocasiones individuos totalmente aislados que ramonean en las praderas formadas por las algas y fanerógamas marinas del mar Menor , como el alga Caulerpa prolifera, o la fanerógama Cymodocea nodosa.

También es muy común verlas desplazándose lentamente por el sustrato arenoso de las orillas de la laguna a poca profundidad, a veces solo unos escasos centímetros.

Individuo solitario en un substrato arenoso.

Cuando son molestadas se encogen y segregan un líquido rojizo, que es totalmente inofensivo para las personas, por lo que realmente en este sentido no entrañan ningún peligro.

jueves, 9 de septiembre de 2010

NOTAS SOBRE EL ORIGEN Y EVOLUCIÓN DE LA PLAGA DE MEDUSAS EN EL MAR MENOR

El mar Menor ha sido históricamente una laguna salada cerrada, comunicada por unas golas naturales con el mar Mediterráneo. Esto hizo que en su momento tuviera unas condiciones físico-químicas diferentes al mar exterior tanto en salinidad como en temperatura y como consecuencia muchas especies mediterráneas no pudieran vivir en la interior de la laguna. Pero la apertura del canal del Estacio en los años 70 del pasado siglo y su continuo dragado, hizo que el caudal de agua proveniente del Mediterráneo fuera mucho mayor y que las temperaturas y salinidades de ambos mares se hayan ido igualando progresivamente, sobretodo en la zona norte, y en consecuencia provocó la entrada de más especies mediterráneas que han ido compitiendo con las especies autóctonas del mar Menor hasta llegar a desplazar algunas de ellas.

Canal del Estacio. Vista hacia la entrada del mar Menor.

Esto es justo lo que pasó con las medusas Cotylorhiza tuberculuta ( Huevo frito ) y Rhizostoma pulmo ( medusa blanca ).
Cotylorhiza tuberculata ( Huevo frito ). Atrapada dentro de las redes en la "zona de baño". Al lado se puede ver también una Rhizostoma pulmo ya en mal estado.


Rhizostoma pulmo ( medusa blanca )

Hace décadas la única especie de medusa que vivía en el mar Menor era la Aurelia aurita ( medusa de cuatro ojos), totalmente inofensiva, pero tras la construcción del canal del Estacio hubo una invasión masiva de las dos especies de medusas mencionadas anteriormente.


Aurelia aurita ( Medusa de cuatro ojos ). En realidad los círculos que se ven son las gónadas.

En los años 70 y 80 la medusa Aurelia aurita era muy común durante los meses de verano, desde junio hasta septiembre y las otras dos especies eran visitantes esporádicos. Pero a partir de finales de los años 80 estas dos especies empezaron a ser pobladores permanentes del mar Menor, constituyéndose en una verdadera plaga debido al cambio que se produjo de las condiciones físico-químicas y también al aumento de la materia orgánica en suspensión, consecuencia de la urbanización masiva en estos años en los alrededores del mar Menor, sobretodo en La Manga, ya que los colectores de las nuevas urbanizaciones iban a parar directamente al mar Menor y también debido a los vertidos, sobretodo de nitratos, desde los cultivos del campo de Cartagena a través de las ramblas naturales que desembocan en la laguna, como la rambla del Albujón, que es la que aporta la mayor parte de estos vertidos.
Rambla del Albujón.

Este aumento de materia orgánica en suspensión, aumentó a su vez el plancton marino en el mar Menor. Así que entre estos dos factores, es decir el cambio de condiciones de salinidad y temperatura y el aumento del plancton marino, debido al aumento de materia orgánica, unido a la ausencia de depredadores hizo que el ecosistema fuera propicio para que estas medusas encontraran unas condiciones de vida extraordinarias para poder vivir y reproducirse.

De esta manera hoy en día es casi imposible ver una medusa Aurelia aurita y sin embargo las otras especies siguen constituyendo una plaga imparable, con el agravante de que la Rhizostoma pulmo es urticante y puede producir graves picaduras a personas que sean especialmente sensibles.

Aunque se han intentado poner medidas de protección para los bañistas y para la erradicación de la plaga, estas están resultando desde hace años totalmente ineficaces, ni las redes que se ponen en las playas protegen a los bañistas, ni la recogida de medusas mediante barcos con redes ha conseguido acabar con ellas y eso que sacan miles de toneladas cada verano ( en el año 2000 por ejemplo se sacaron en total 4.250 toneladas equivalentes a 30 millones de ejemplares y la población total se estimaba en unos 70 millones de individuos ). Entre otras cosas porque el tamaño de malla de las redes es demasiado grande y deja pasar las larvas y crías de medusas, que una vez dentro de ellas crecen y no pueden volver a salir, quedando atrapadas en las redes, descomponiéndose por el movimiento del mar y provocando que sus nematocistos, las células urticantes, queden libres en el agua, produciendo picores y urticarias a los bañistas veraneantes, aunque a decir verdad estos picores y urticarias no se debe solo a ese motivo, sino también a la contaminación por vertidos de plaguicidas y pesticidas provenientes del campo de Cartagena, a través de las ramblas.

Rhizostoma pulmo atrapada en la red por dentro de la "zona de baño".

Grupo numeroso de Rhizostoma pulmo atrapado en la red destrozadas y descomponiéndose.

Además estas redes impiden el tránsito libre de peces que tienen un tamaño superior al de la malla de la red, quedando en algunas ocasiones atrapados en ellas muriendo. Esto es una grave consecuencia ya que aisla a estos individuos que quedan dentro de las redes y no pueden relacionarse, ni reproducirse con sus semejantes.

Anguila atrapa en la red, no puede cruzarla libremente.

Esto demuestra una vez más la mala gestión que se está llevando en cuanto a la protección de este preciado tesoro ecológico que tenemos y que debería ser mimado por las autoridades competentes de la Comunidad de Murcia y del Ayuntamiento de Cartagena.

A mi juicio en lugar de gastar tanto dinero todos los años en poner las redes de protección1, se gastan anualmente 1.3 millones de euros ( multiplíquelo por más de diez años que llevan poniéndolas y sale una buena cantidad de dinero, ¿no?), se debería invertir ese dinero en investigación y de ese modo estoy casi seguro que el problema se hubiera solucionado hace bastantes años, ya que tanto las redes como los barcos de recogida de medusas son “parches” de cara al turismo, pero no atacan la raíz del problema, sino que encima lo agravan debido a lo expuesto anteriormente.


Vídeo de Cotylorhiza tuberculata ( Huevo frito ).

Redes de protección1: se supone que las redes también cumplen con la función de delimitar la zona de baño y entrada y salida de barcos.






domingo, 5 de septiembre de 2010

ALGAS Y FANERÓGAMAS MARINAS EN EL MAR MENOR: ALGAS EN DESCOMPOSICIÓN EN LAS ORILLAS DEL MAR MENOR

Algunos veraneantes de las poblaciones del litoral del Mar Menor están constantemente protestando por la acumulación de algas secas en las orillas del litoral marmenorense, ya que además del mal efecto estético que producen, cuando se pudren huelen mal. Por eso se entiende que demanden a las autoridades competentes su retirada para tener una playa “limpia” donde poder bañarse sin estas molestias.

Algas en descomposición en la orilla del mar Menor.

Pero hay un problema… y es que el mar Menor no es una piscina para uso exclusivo del veraneante, sino un ecosistema natural con unos ciclos de materia que deberíamos cuidar y respetar para poder seguir bañándonos en él y disfrutando de sus playas y paisajes naturales, que es totalmente compatible con lo anterior.

Lo que quiero explicar en este artículo es porqué no se deben retirar esas algas putrefactas de las orillas de nuestras playas aunque nos produzcan esas molestias estéticas y olfativas.

La razón es muy sencilla, las algas son organismos autótrofos, es decir fabrican su propio alimento y lo hacen a partir de materia inorgánica utilizando la energía solar en el proceso llamado fotosíntesis. En este proceso necesitan dióxido de carbono ( CO2 ), que obtienen del agua y sales minerales que obtienen de la materia orgánica descompuesta por bacterias y hongos microscópicos y que absorben por sus rizomas y raíces.

Pradera de la fanerógama marina Cymodocea nodosa.

Las algas acumuladas en las orillas son precisamente la fuente de materia orgánica sobre la que actúan estos descomponedores, bacterias y hongos, convirtiendo sus restos en materia inorgánica que vuelve a entrar en el ecosistema para servir de nuevo a las algas y plantas acuáticas, cerrando así el ciclo de la materia en el ecosistema.

Por otro lado las algas y plantas marinas son la base del cualquier ecosistema marino, por lo que si llegará a disminuir su población en grandes cantidades, el ecosistema podría desequilibrarse de forma grave y en último extremo, llegar a desparecer.

Por tanto la materia orgánica en descomposición es muy necesaria para que el ecosistema funcione correctamente. Al quitar las algas secas en putrefacción de la orilla del litoral estamos desequilibrando el ecosistema, en este caso uno muy frágil y con muchos factores hostiles, que podría acabar por desaparecer.